Regresar a las fuentes e investigar sobre la evolución de las modas a lo
largo de los siglos y los hechos históricos que nos marcan hitos importantes
que afectan la economía como la vida misma de las personas de manera concreta y
significativa, nos hace ver cómo fueron cambiando también los roles de los
protagonistas de este gran ámbito productivo.
Las invenciones, la revolución industrial, las nuevas tecnologías, y el
acceso a los medios de comunicación, la aparición de Internet, las redes
sociales, reformularon conceptos y generaron
aperturas extraordinarias que fomentaron cambios sustanciales en las
costumbres y usos de los individuos.
La confección en serie transformó y revolucionó la industria de la moda,
volviendo posible el proceso de hacer que un diseño único pasara de las manos
de un modisto/a o sastre/a a fabricarse masivamente, y de un prototipo de
muestra del talle básico a ser confeccionado en escala para producirse para las
grandes casas de moda, que a través de sus desfiles privados imponían nuevos modelos,
lucidos por las damas elegantes de la época. De aquellas grandes casas, emporios
de la moda y distinguidos modistos y sastres queda un reducido grupo de elite,
mientras que la figura del Diseñador/a de Moda pasa a ser protagonista
indiscutido de las pasarelas de todo el mundo.
Esta revolución lleva consigo la transformación que la tecnología aportó
para la producción con nuevas telas, avíos y la influencia que la televisión y
sus estrellas provocaron en el público masivo queriendo imitar sus gustos y
costumbres. Tanto la fotografía como el video y los micros televisivos dieron
un impulso fenomenal a la moda y esa asesoría que el sastre y las modistas
ofrecían de forma personalizada dio espacio a nuevas figuras de la moda con la
aparición del asesor y el productor de moda y las revistas como Vogue, Elle,
Novias, Arte Sastre, Modelar, Punto & Seguido y Punto Indumentaria,
Vosotras, Para ti, Hola, Gente y otras más, que se convirtieron en consultores
e indicadores de tendencia. En sus páginas es posible informarse de cómo estar
a la moda, ser sensual, elegante, lucir femenina, y encontrar los consejos de
los expertos en moda y observadores de tendencias.
El asesor de imagen y el productor de moda aparecen en escena y se pasó
al estudio psicológico de la moda y al análisis de las tendencias, alimentando
la gama de actores en el sector más allá de los relacionados directamente con
el complejo proceso de realización en los talleres, para complementarse con el
ámbito de la gráfica, la publicidad o mercadotecnia y los medios de comunicación.
Un asesor de moda es la persona adecuada para dar esos consejos vitales
para lucir bella con los básicos que se tienen en el closet y ser fashion,
adquiriendo los complementos que se necesitan para completar el todo que
conforma el propio look. Es el especialista que brinda los tips más sencillos
para lucir espectacular no sólo en los tonos de las prendas sino en el
maquillaje que se adopte para resaltar la personalidad.
El marketing de moda, comienza a hacerse visible a partir de 1920 por el
aumento de la productividad, y con la aparición de nuevas tecnologías y en
contraposición a ello, la disminución de la demanda por la falta de empleo,
llevó a instrumentar una estrategia publicitaria que fomentara el consumo
generando en el consumidor nuevas necesidades e incrementando esta cuestión de
poseer tal o cual artículo. Dirigir y controlar el consumo hace que todo un
sistema comercial pudiera sostenerse en pie, a pesar de las crisis financieras
e incluso de las mismas guerras.
Desde el 2000 nos hemos visto influenciados por tendencias anteriores,
recicladas y transformadas. Esto de que todo está inventado probablemente sea
más que un cliché, lo cierto es que estos primeros años del nuevo milenio hemos
mirado en retrospectiva, es escaso el estilo propio que sobresale salvo en la
innovación de productos surgidos de telas modificadas para favorecer la disminución
de arrugas y la absorción de humedad para dar frescura y liviandad generando confort,
prendas confeccionadas con las conocidas telas inteligentes (sobre todo en el
rubro de la sastrería se nota puntualmente esta observación).
A raíz de la importancia de comprender mejor a los consumidores, el
estudio psicológico de las conductas y el análisis del mercado, da nuevo valor
a la observación de lo que sucede a nuestro alrededor y en base a ello permite
también idear estrategias de producción y venta por parte de quienes hacemos
moda y diseño.
El público elige, y es absolutamente cierto pero, en el criterio de
selección, existe una gran inducción por parte de muchos sectores para imponer
cierto tipo de productos y a través de personajes del ámbito televisivo, por
ejemplo, influenciar desde la imagen. Los televidentes que son captados por
seducción, son llevados indefectiblemente a través de la publicidad a la adquisición
de uno u otro bien o servicio.
Gilles Lipovetsky (1986)1 sostiene la idea de que la moda se impone
jerárquicamente e implica un movimiento doble de imitación desde abajo y de
distinción desde arriba, proponiendo que hay que resaltar también su función de
dar legitimidad a la individualidad y la búsqueda de la novedad como tal (The
Empire, 36, 41).
La moda da paso a la elección de un gusto personal más allá del estatus
social que en definitiva incide en la adquisición de ciertas marcas que en el
mercado producen artículos con el valor agregado de ser de una firma que es
reconocida por el público. El mismo autor nos dice también que “Los cambios que
se experimentan en la moda tienen que ver con la relación del yo y los otros y
el deseo de afirmar la propia personalidad” (Lipovetsky, 1986). En esa
legitimación de la conciencia individual subjetiva imitar la imagen de quien es
elegido como cara visible de una colección, refiere a la imitación de ese
objeto de deseo que de alguna manera vincula al consumidor con la necesidad de
ser parte de ése elite y pertenecer a determinados círculos sociales o de
poder.
El objetivo de este análisis que estamos compartiendo es generar una
apertura hacia la observación de problemáticas que parecen no estar resueltas y
menos, estudiadas y/o analizadas por los distintos sectores intervinientes. Es
preciso incrementar la capacidad de observación y apreciación de la moda
enriqueciéndola con el aporte de la técnica y la estética, sin desconocer la
herencia de quienes transformaron el atuendo a lo largo de los siglos y en la
diversidad y búsqueda de identidad, lograr que el diseño no sea solo la excusa
para catapultarse a la fama, sino fruto de la creatividad y el estudio
permanente con innovación para la búsqueda de mejoras en la realización del
producto.
Composición
del gasto de los hogares. Disponible en:
http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/74/grafgasto1xls
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